Menos mirar y más participar.

viernes, 21 de mayo de 2010

Madrugada.

El tiempo clava su espada
sinuoso y sosegado.
Lóbrega,
solitaria,
silenciosa.
Largo invierno,
primavera impredecible.
Desde mi ventana,
admiro su calma,
hasta que el sol
roba en el eclipse diario su belleza
regalándome el amanecer.

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