Menos mirar y más participar.

lunes, 15 de marzo de 2010

Duda II (Relato)

Estaba cerca. Obtenido su único fin diario podía regresar al descanso que le proporcionaban sus pequeñas dosis de hipocresía, pero algo le incitaba a pensar que no era un día cualquiera. No se fiaba de su vista. Arrastrando los pies se acercó a la puerta y observó que estaba abierta. El miedo a lo desconocido inundó su pensamiento convirtiéndolo en un mar de dudas, separando cuerpo de mente, consiguiendo que sus brazos, viejos y pesados, hicieran realidad lo evidente.

Todas la reflexiones concebidas en función de aquel escape se habían desmoronado y los temores de los que había recelado se sucedían sin sentido, en una dislocada cabeza. Surgió la Duda, se quedó atrapado en la indecisión entre la comodidad del miedo conocido y la incógnita de lo no vivido.

Sus manos asiron la cadena negra y comenzó a apagarse el alba mientras los pernios chirriaban inquietantes.

Cuentos de Princesas descansando tranquilas.





Tenues rayos de luz,
recorrían tu femenina silueta.
Latidos suaves resbalando por mis oidos.
Lecho perfecto de compañia inmejorable.
Complicidad personal escrita con suspiros.