Menos mirar y más participar.

domingo, 28 de febrero de 2010

De las variantes y los desvariados.




Como empezar esta nueva entrada. No lo sé. Lleva un montón de tiempo rondando por mi cabeza una sucesión de teorías sociales con variantes sencillas, pero no me veo capacitado para plasmarlas con letras. Este fin de semana, cenando con una buena amiga, le expliqué una de ellas. Es fácil que cualquiera de los que leáis este blog os parezca una auténtica chorrada, y puede que lo sea, pero a mi me hizo gracia poder corroborar, después de tres o más copas de vino, que mi grandiosa teoría tenía tintes de certeza, no absoluta, pero cercana.

Todos hemos visto o experimentado ese momento entre dos personas de distinto género (Que no necesariamente de distinto sexo) en el que la mujer o sucedáneo, comienza a realizar con la parte de la cabellera que se denomina flequillo un tirabuzón cual niño de parbulario sacando rizos con tijera sin punta, al papel que compone el estúpido pelo de un payaso decorado con bolas de algodón de colores. Ya es tuya amigo.

La sonrisa-carjada de mi amiga la delató y dio veracidad a un teoría que no por estúpida no deja de ser cierta. Cuando terminó de descojonarse, me contestó con una pregunta (muy de mujeres esto, por cierto) "¿Y a vosotros como se os nota, capullo?", a lo que respondí directo, "Vosotras no tenéis problema, nosotros siempre estamos disponibles cuando invertimos más de dos minutos en una conversación con el sexo opuesto". Luego pues ya entran las variantes y los desvariados.